​

                                                    Nuestro pensamiento musical

​

Partiendo de la idea que toda obra musical puede ser concebida como un emergente cultural, la Fundación Musicarte se constituye en un espacio de estudio de la música académica y popular, donde la premisa fundamental es que el alumno desarrolle sus propias potencialidades musicales. Desde este lugar, propiciamos un tipo de estudio que no se basa en enfoques mecanicistas, materialistas, reduccionistas y fragmentados, sino en una educación holística, que contempla la multidimensionalidad de los alumnos en tanto seres humanos.

Las situaciones conflictivas que estamos viviendo en nuestra contemporaneidad, nos llevan a realizar reflexiones profundas y explicaciones del mundo que nos alientan a explorar marcos teóricos, cosmovisiones, metodologías, que no se basan, únicamente, en la mirada rigurosa del pensamiento científico de la modernidad. En nuestra Fundación, intentamos explorar un camino de estudio de la música que tiende a contemplar los aspectos emocionales, cognitivos, espirituales, intuitivos de los estudiantes, de manera holística, activa, protagonista e incluyente. Desde este lugar, concebimos el estudio de una obra musical como un recorrido que va de la comprensión de las operatividades de sus materiales compositivos hacia la comprensión de sus posibles campos de significación. 

Este recorrido también es concebido como un proceso interno de descubrimiento propio y como una actividad cooperativa. De esta forma, se posibilita la exploración de un tipo de ética donde los vínculos humanos, acostumbrados a una concepción de "el poder sobre los otros", sea reemplazada por "una unidad de conciencia con toda la vida".

En definitiva, exploramos un tipo de estudio musical que se vincula con la apertura de conciencia de la realidad que cada alumno construye. Y para ello, exploramos metodologías que no se ciñen únicamente en dar respuestas certeras y unívocas, sino en metodologías que permiten explorar lo que en toda obra musical (como en toda obra de arte) está más allá de sus estructuras compositivas: lo que se oculta, lo que se sugiere, lo metafórico, lo simbólico, dimensiones humanas que la modernidad ha desacralizado.